POR BERE DÍAZ
¿Que sería la vida si no pudiéramos disfrutar de un buen trozo de melón jugoso y dulce, o de un guacamole en la parrillada del domingo? ¿O qué tal un rico café o jugo de naranja por la mañana? Seguro la vida sería absolutamente triste y mucho más difícil de lo que ya es.
El problema es que muchas veces, no nos preguntamos cómo es que tenemos estos manjares todos los días en nuestras casas. O, si lo pensamos, nos quedamos al nivel del agricultor, que cuida a las plantitas proveedoras de estos alimentos, y que claramente merece todo nuestro reconocimiento. Sin embargo, no pensamos en los procesos biológicos y ecológicos que hacen posible tener tal variedad de frutas y semillas en nuestras mesas.
Sin el afán de aburrirlos, quiero hablarles de estos procesos. Los frutos y semillas que consumimos son (en un lenguaje absolutamente burdo) los hijos de las plantas que se originan desde las flores. Resulta que estas bellas estructuras vegetales contienen, ya sea en la misma flor o en flores diferentes, a los órganos masculinos (estambres) y femeninos (pistilo). Estos órganos, a su vez, contienen los granos de polen y los óvulos, los cuales deben unirse para que ocurra la fecundación y se formen las semillas, las cuales en muchos casos se encuentran dentro de un fruto. El proceso de transporte de los granos de polen al estigma para que ocurra la unión de los gametos masculinos y femeninos se llama polinización.
Algunas especies de plantas son capaces polinizarse solitas (autopolinización), sin necesidad de ninguna ayuda externa. Sin embargo, muchas especies requieren de la ayuda de algún agente externo que les eche una mano en este proceso, que puede ser desde un aire cruzado, hasta un colibrí que sabe perfectamente a qué flor dirigirse (dependiendo del color u olor de la misma), pasando por una gran variedad de insectos; a estos se les conoce como polinizadores. De hecho, aun aquellas especies capaces de autopolinizarse, su cosecha y sabor cambian, cuando casualmente son polinizadas por algún bicho, haciéndolas más productivas y más sabrosas.
Dentro del universo de insectos polinizadores, las abejas son de los más importantes, ya que debido a su anatomía (miles de pelitos en todo el cuerpo que le permiten recoger más fácilmente granos de polen) y a su fidelidad a la planta (visitan sólo a una especie de planta durante cada uno de sus viajes), contribuyen fuertemente a la conservación de la agrobiodiversidad y biodiversidad a nivel mundial.
Y ahora dirán “Woow bájale dos rayitas a tus términos, ¿Qué es eso de agrobiodiversidad y biodiversidad? Suena a lo mismo”. Y parcialmente tienen razón, uno incluye al otro.
La biodiversidad se define como todos los seres vivos (animales, plantas, hongos, microorganismos), los ecosistemas en los que estos seres vivos habitan e interactúan (en términos simples, sus casas con todo y sus servicios), y sus recursos genéticos (esto sí que no lo esperaban, ¿verdad?). Resulta que un ser vivo existe gracias a estos dos últimos factores: por lo que está hecho y lo define (sus genes) y por dónde vive (su casita). Y es gracias a sus recursos genéticos, que nosotros los seres humanos (que también somos parte de esta biodiversidad), hemos podido jugar con muchas especies (cruzándolas y entrecruzándolas), dependiendo de nuestras culturas, y organizaciones sociales, creando nuevas variedades; a esto es lo que llamamos agrobiodiversidad. Muchas de las plantas que cultivamos y comemos, son producto de un manejo de muchos muchos años y que va muy de la mano con la diversidad cultural. Por tal motivo, ahora es muy importante proteger no sólo las especies silvestres, sino también a aquellas manejadas, ya que de esta forma protegemos no sólo las plantitas que nos dan de comer, sino las costumbres y prácticas culturales que les dieron origen.
Regresando a las abejas, resulta que estos pequeños insectos que muchos de nosotros les tenemos miedo porque “qué tal que me pica, y soy alérgico”, nos proporcionan muchas más cosas que miel y cera. No sólo nos dan mieles de diferentes sabores y aromas, o cremas de belleza que nos dejan la piel como de bebé. Resulta que estos pequeños bichos que a veces hemos caído en la tentación de matar, juegan un papel más importante y trascendental del que imaginábamos. Y que aunque es verdad que estos servicios que nos proporcionan no tienen precio (no vamos al súper-mercado y pedimos un frasco de polinizadores), nuestra alimentación depende absolutamente de sus actividades, y no sólo eso, sino que muchas prácticas de la gran diversidad cultural del mundo y especialmente de México, está estrechamente ligadas a estos animalitos.
Así que la próxima vez que tengas una abeja cerca, antes de caer en la tentación de matarla, quédate quieto, no te muevas y susúrrale muy bajito:¡gracias!
Glosario
Flores hermafroditas: cuando ambos órganos sexuales se encuentran en la misma flor; ejemplos son el tomate, el manzano, naranjo, cafeto. Estas flores son también llamadas perfectas o completas. |
Flor unisexual: cuando los órganos sexuales están en diferentes flores; ejemplos de este tipo de flores son la espinaca, el kiwi, el espárrago. |
Otras flores: Existen también tipos de plantas de acuerdo a su floración. Así tenemos las plantas monóicas que son las tienen tanto flores masculinas como femeninas en el mismo individuo (maíz, arroz, trigo, calabaza) y las plantas dióicas que son las que las flores masculinas se encuentran en un individuo y las femeninas en otro, por lo tanto se dice que tenemos plantas hembra y macho (papaya, pistache, kiwi). |
Estambres: órganos masculinos de la flor. Están compuestos de un filamento y una antera, que es la que contiene los granos de polen. |
Pistilo: órgano femenino de la flor. Está formado del estigma (zona receptora del grano de polen), estilo (estructura conductora de los granos de polen al ovario) y el ovario (cavidad donde se alojan los óvulos) |
Granos de polen: es un polvo que contiene en su interior los gametos masculinos, células haploides (con media carga genética) que esperan su unión con los gametos femeninos (células haploides también) para forma un nuevo individuo (diploide) |
Óvulos vegetales: órgano de las plantas que contiene los gametos femeninos (células haploides) |
Semilla: es un nuevo individuo producto de una planta y sirve para la propagación de la especie. Se produce por la maduración de un óvulo que fue fecundado por un grano de polen. Contiene al embrión y al endospermo, que es un tejido que sirve como fuente de alimento y protección al embrión. En las angiospermas (plantas con flor) las semillas son almacenadas en frutos, los cuales puede ser secos o carnosos, y que son de hecho el ovario desarrollado de las plantas. |
Polinización: proceso de transporte de los granos de polen al estigma de la flor, el cual puede ser por medio de viento, agua, insectos, o animales vertebrados (aves, murciélagos, ratones). Gracias a este proceso contamos con una amplia variedad de alimentos. |
Autopolinización: proceso por el cual una misma flor tiene estambres y pistilo y es capaz de fecundarse a sí misma. Esto es, no necesita de la ayuda de un agente externo. |
Polinización cruzada: es el transporte de los granos de polen de una planta a otra, es necesaria cuando las flores masculinas y femeninas no se encuentran en la misma planta (como el melón) o cuando las flores masculinas y femeninas aparecen en diferentes periodos en una misma planta (como el aguacate) |
Polinizadores: término que se refiere a insectos, o animales vertebrados que sirven para el transporte de los granos de polen de una flor a los estigmas de otra y pueda ocurrir la fecundación y posterior formación de semillas. Aproximadamente el 80 % de las especies de plantas con flor son polinizadas por animales. |
Biodiversidad o diversidad biológica: De acuerdo con el Convenio sobre Diversidad Biológica, es la variabilidad de organismos vivos de cualquier fuente incluidos, entre otras cosas, los ecosistemas terrestres y marinos y otros ecosistemas acuáticos y los complejos ecológicos de los que forman parte; comprende la diversidad dentro de cada especie, entre las especies y de los ecosistemas. |
Ecosistema: complejo dinámico de comunidades vegetales, animales y de microorganismos y su medio no viviente que interactúan como una unidad funcional. |
Recursos genéticos: los organismos o partes de ellos, las poblaciones, o cualquier otro tipo del componente biótico de los ecosistemas de valor o utilidad real o potencial para la humanidad. |
Hibridación: es la modificación genética de una población o conjuntos de individuos con la finalidad de obtener un valor añadido en los individuos derivados. Para ello es necesario hacer entrecruzas entre diferentes especies cercanas, que poseen las características que se buscan. La domesticación de las plantas silvestres, marcó un parteaguas en el desarrollo de las civilizaciones humanas, es el inicio de la agricultura y de las sociedades y culturas. |
Agrobiodiversidad: es el resultado de las interacciones entre los recursos genéticos, el medio ambiente y los sistemas y las prácticas de gestión utilizados por los agricultores. Este es el resultado tanto de la selección natural y la inventiva humana desarrollada a través de milenios. |
REFERENCIAS
- Raven, P.H., R.F. Evert y Eichhorn, S.E. 1992. Biología de las plantas. Editorial Reverté S.A. Barcelona, España.
- Curtis, H., N.S. Barnes, A. Schnek, y A. Massarini. 2008. Biología. Editorial Médica Panamericana.7ª edición. Madrid, España.
- Begon, M., C.R. Towsend, y J.L. Harper. 2006 . Ecology: from individuals to Ecosystems. Blackwell Publishing Ltd. 4ª edición. Victoria, Australia.
- Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO)
- Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB)
Agradecemos la colaboración, pasión y tiempo de nuestra querida M. en C. Berenice Díaz, especialista en estrategias de biodiversidad y servicios medioambientales.